Las 12 Equivocaciones que podemos hacer con la cerveza

Consejos para servir mejor las cervezas artesanas nacionales y de importación.

1-Poner la copa de cerveza en el congelador.

Aunque éste se encuentre limpio siempre se corre el peligro de que coja olor. Además hay que decir que por lo general se acaba formando un pequeña capa de hielo que al derretirse acaba aguando la cerveza y alterando por completo su sabor. El resultado será una bebida sin espuma que perderá la carbonización. Te recordamos también que cada cerveza es diferente y que algunos modelos te recomiendan consumirlas a una temperatura determinada o sacarla unos minutos antes del frigorífico para disfrutar al máximo de sus cualidades.

Si podemos poner la jarra de cerveza en el frigorífico.

2-Sin humedecer la copa de cerveza.

Los expertos aseguran que es necesario llenar la copa de agua fría para a continuación tirarla. Así se conseguirá que las paredes queden húmedas y frescas, permitiéndonos que la cerveza se deslice mejor y no pierda fuerza al echarla.

3-Servir toda con la botella inclinada

Servir el 75% de la cerveza con una inclinación de 45 grados, con la botella muy cerca del vaso. El contenido restante se sirve con la copa, vaso o jarra de cerveza ya sobre la mesa en subiendo un poco la botella para que se genere espuma si es preciso.

4-Echarla sin espuma

Puede parecer una tontería, pero la corona de espuma debe medir entre dos y tres centímetros y nos ayudarán a evitar la oxidación de la bebida. Esa crema que se genera, también conocida como giste, debe mantenerse hasta que se acabe la cerveza. Es la mejor solución para que no se escape el gas. Protege la bebida del oxígeno. De ese modo, también, evitamos que se escape el gas carbónico. Con los sucesivos sorbos, el líquido va bajando y dejando esos anillos de espuma, que en el argot cervecero se llaman encaje de Bruselas.

5-Equivocarse con el acompañamiento. Maridaje de la cerveza

Supone un error servir un aperitivo que se quede en los labios y al contactar con la espuma acaba por ‘matar’ el sabor de la cerveza. Cada estilo de cerveza  es preciso acompañarla con un plato adecuado. Los sabores de la cerveza no deben sobresalir sobre la comida y viceversa, debe de haber un equilibrio entre aromas y sabores o bien provocar un contraste pero terminando en un equilibrio. Pero ya sabemos que en cuestión de gustos no hay nada escrito.

6- Beberla sin copa

Es otra equivocación que se comete. Puede que por comodidad se elija beberla a morro, pero se pierde la mitad del sabor. Siempre que puedas intenta usar  una copa o jarra de cerveza.

7- No acertar con la temperatura

No todas las cervezas deben presentarse a la misma temperatura. Por lo general se sirven todas frías, tanto en verano como en invierno. La rubia, por ejemplo, debe estar a una temperatura de entre 5 y 8 grados, y la negra entre 8 y 12 grados. A mayor alcohol mayor temperatura.

8- Dejar de beber por miedo a engordar

Es un mito lo de la tripa cervecera. La cerveza es una bebida de las que menos engordan. La barriga crece a causa de los aperitivos y de los alimentos que nos llevamos a la boca mientras tomamos una caña.

9- Dar un trago en cuanto termines de servirla.

  Obsérvala, huélela. Levántala frente a ti, mira el color, la espuma, la consistencia, mueve el vaso y deja que los aromas fluyan.

 10- Dejar que se caliente.

 11-  Emocionarte y beber de más.

 Bebe con moderación disfrutaras más.

 12-  Dejarte llevar por la etiqueta, el tipo de botella o el país de origen.

 A la hora de elegir una cerveza básate en tus propios gustos, hay una para cada momento.

Resulta difícil no fijarse en estos detalles, que nos resaltarán más si nos gusta su sabor.

P.D. Existen tantos estilos y marcas de cervezas que merecen la oportunidad de probarlas.

Vamos a por ellas. ¡Salud!